Los gaizkin

"Eran seres sombríos, de piel carente de color, como muerta. Sus manos y sus pies estaban cubiertos de oscuridad, una oscuridad penetrante y viscosa, que solamente con rozarte empapaba tu alma de horror y enfermedad".

-Sakiama Olcavin

​

Allá por algún año de la Segunda Era, se abrió una brecha entre dos mundos, en algún lugar de las Tierras de Ravenia, de la que brotaron unos seres a los que S. Olcavin se refiere en su obra Crónicas de un viajero por Ravenia y sus confines como criaturas "de forma humanoide, extremadamente altas y siniestras, de largas extremidades". 

 

Estos seres oscuros fueron llamados "gaizkin" por los pueblerinos, que significaba "maligno" en lengua antigua. Absorbían la energía vital de las personas y así alimentaban el mundo del que provenían y formaban parte como miembros de una especie de mente colmena.

 

El único punto débil aparente de estos seres era la luz solar, aunque, S. Olcavin también señala que "el sol no es su único enemigo, pues parecen tener, también, algún tipo de aversión por el agua, ya que parecen desvanecerse con las primeras gotas de un día lluvioso".

 

Rápidamente, los gaizkin se expandieron por varios reinos aterrorizando y acabando con la vida de miles de personas. Cuando un gaizkin te atacaba, te infectaba de una extraña enfermedad que causaba náuseas y vómitos, fiebre, escalofríos, sangrado de la boca, nariz, recto o debajo de la piel y debilidad extrema en aquel que la padecía, lo que comúnmente conducía a la muerte.

​

Ante semejante amenaza, los gobernantes de los distintos reinos decidieron unir fuerzas para luchar contra el enemigo común. El Consejo de Magia se reunió en el Colegio de Nottengard para poder descubrir la fuente del poder de los gaizkin. Con la unión de la magia elemental de los grandes maestros que formaban el consejo, abrieron un portal en el Atarium del colegio que llevaba directamente al lugar en el que se encontraba la brecha. 

​

Cuenta la leyenda que los grandes maestros del Consejo de Magia utilizaron todo su poder para sellar la brecha, y, sacrificando su vida, lograron contener toda la energía de la brecha en un objeto. Se dice que ese objeto sería la única forma de volver a abrir la brecha y que, además, almacena la energía de los grandes maestros, por tanto, el poder suficiente para gobernarlos a todos.

​

​